Invasión a Panamá 1989; diario personal (22 dic.) continuación
ESCONDITE PERFECTO Diciembre 22 de 1989. El día comenzaba siempre después de la diez de la noche, cuando un Marine latino, rompía las sombras con un grito: “FORMATION”, FORMATION, luego la voz del traductor panameño cruzaba el campamento como el grito de un fantasma resonando en cada tienda: FORMACIÓN, FORMACIÓN, FORMACIOOOOONNNN!!!!... Sobre la oscuridad de los catres, comenzaron a flotar unos bultos que en cámara lenta resaltaban cada vez que las ráfagas de los reflectores desde la torre de vigilancia pincelaban la niebla. Un centenar de siluetas iban lentamente poblando el patio. Una mancha de formas antropomórficas cubiertas por sus frazadas de fieltro verde oliva se amontonaba en lo que quedaba de césped entre las dos tiendas del centro del Campo de concentración. Entonces aparecía el mismo Marine con rango de Master Sargent y volvía a gritar: FORMATIOOONNN!!!. Un negro panameño que hacía de traductor, repetía como campana rota: -- Formación, Formación. Alinearse por derec