CASA VACÍA, de Alex Mariscal (comentario de Hackshaw)


COMENTARIO DE LA OBRA CASA VACÍA, DE ALEX MARISCAL
Por Yolanda Hackshaw

Casa vacía es un poemario estructurado en tres momentos poéticos que coinciden en reflejar una expresión de abandono, nostalgia y tristeza: Estancias rotas, Calles de lluvia y Casa vacía. Por medio de los complementos: rotas, de lluvia y vacía se crea un campo de semántico creador de la poética del despojo que nace en cada verso de este libro.

Los recursos empleados por el poeta son variados y demuestran que el autor domina el arte de la creación poética. Las figuras literarias son el eco acongojado del dolor de la voz lírica. Por medio del apostrofe les habla, les ruega a las calles. El reiterado uso de este recurso le da al poemario un ritmo de letanía que imprime unidad de forma y fondo.

Las calles, al estilo de Demetrio Herrera Sevillano, cobran vida, son seres que respiran y mueren y son testigos silenciosos del correr inmisericorde de los pasos de los hombres, de las mujeres, de los niños. En calles de lluvia, hay un homenaje singular a la ciudad, sobre todo a la ciudad nocturna, cuando  las avenidas se llenan de prostitutas y viciosos. Es particular este homenajes, porque el lirida observa a la ciudad desde la óptica de las calles, entes que han soportado con estoicismo los golpes de pies, botellas, carros…


En el segmento Casa vacía, que le da título al poemario, hay una intención narrativa que se refuerza en la figura de un personaje especial, ESTEBAN, que logra conmovernos, porque llena el espacio de la casa vacía; pero sobre su pequeño cuerpo se tira amenazante la muerte tan helada, tan indiferente; entonces los versos cobran la fuerza que impulsan las heridas dolorosas como cuando se nos quema  un pan en la puerta del horno…. Sin embargo, ESTEBAN se hace eterno porque ni siquiera la palabra es capaz de atrapar su grandeza.

Casa vacía tiene la vitalidad poética para soportar con donaire el paso de los años, porque siempre habrá calles, casas, ESTEBAN Y Poetas. 

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